En la mitología griega, Enone (en griego antiguo Οἰνώνη Oinônê, ‘del vino’) era una ninfa náyade, famosa en los bosques frigios,[1] especialmente recordada por ser la primera esposa de Paris. Era hija del dios fluvial Cebrén,[2] también llamado Eneo, y que además era una hechicera reputada en el uso de hierbas medicinales.[3] Tanto Enone como Eneo, en cuanto a sus nombres, tienen relación con el «vino».
Partenio nos dice que cuando Alejandro era un simple boyero y apacentaba sus vacas en el monte Ida, se enamoró de la ninfa. Ambos vivían juntos como si se tratara de un matrimonio y el propio Paris le juró que jamás la abandonaría y que siempre la tendría en la más alta estima. Enone, poseedora de poderes proféticos, le reveló a su amado que tarde o temprano la abandonaría por una bella muchacha de Europa.[4]
La Biblioteca mitológica nos resume sucintamente la historia de Enone. De los hijos de Príamo, rey de Troya, Héctor se casó con Andrómaca, hija de Eetión, y Alejandro con Enone, hija del río Cebrén. Esta, que había aprendido de Rea el arte adivinatoria, previno a Alejandro para que no navegase en busca de Helena; como no lo lograra convencerlo, le dijo que, en caso de que fuese herido, volviera a su lado, pues sólo ella podría sanarlo. Habiendo ya raptado a Helena de Esparta, durante el sitio de Troya Alejandro fue flechado por Filoctetes con el arco de Heracles y regresó al Ida junto con Enone; pero ésta, rencorosa, se negó a curarlo, y Alejandro conducido a Troya murió. Cuando Enone arrepentida le llevaba un remedio, lo encontró muerto y se ahorcó.[2] Otros dicen, en cambio, que Enone, presa de la aflicción, se inmoló arrojándose a la pira funeraria donde ardía el cadáver de Alejandro.[5] Un fragmento de Baquílides sugiere, en cambio, que Enone se suicidó arrojándose desde un acantilado.[6]
Enone y Alejandro fueron padres al menos de un niño, llamado Córito. Se dice que la propia Enone, corroída por los celos por Helena, y azuzada por su propio padre, envió a Córito, como venganza, para que guiase a los ejércitos griegos durante la guerra de Troya.[3] Otros creen que Córito nació, en cambio de Paris y Helena.[7]
Se dice que el territorio de Ilión dominado por Héctor se extendía desde un fondeadero hasta Cebrenia, pues dicen que en ese lugar se puede verse la tumba de Alejandro y también la de Enone.[8]
Ovidio incluye una carta de reproche escrita de Enone para Paris, con una serie de interpolaciones posteriores a Ovidio, y entre las que se incluye la violación de Enone por parte Apolo, dato que no se encuentra en ninguna otra fuente. Enone, como ninfa e hija de un célebre dios fluvial, consintió en casarse con un esclavo, como por entonces se tenía en consideración a Alejandro.[1]