La era progresista fue un período de activismo social generalizado y de reforma política en todo Estados Unidos, que abarcó desde la década de 1890 hasta la década de 1920.[1] Los principales objetivos del movimiento progresista eran eliminar los problemas causados por la industrialización, los procesos de urbanización, la inmigración y la corrupción política.
La Era Progresista de Estados Unidos donde la expansión económica produjo millones de nuevos empleos y por ende aumentó la producción y el consumo estadounidense (hubo un crecimiento económico explosivo, pues la producción total de la economía aumentó alrededor del 85%). La palabra “progresista” comenzó a usarse comúnmente como una forma de describir un movimiento político que esperaba generar un cambio significativo en la vida social y política estadounidense. La maduración de la economía de consumo dio lugar a desear un “salario digno” y un “nivel de vida estadounidense”, un nivel de vida decente. [2]