Las esculturas de mantequilla creadas con este producto lácteo a menudo representan animales, personas, edificios y otros objetos. Frecuentemente se las expone como atracciones en ferias agrícolas en Estados Unidos representando vacas y personas a tamaño natural, también se las coloca como elemento decorativo con forma de tartitas en banquetes y cenas.[1] Los registros más antiguos de esculturas de mantequilla se remontan a 1536 en Europa donde se las colocaba en mesas de banquetes. Las primeras piezas en la era moderna como forma de arte público se remontan a la década de 1870 en Estados Unidos, y fueron creadas por Caroline Shawk Brooks, una granjera de Helena, Arkansas.[1] Si bien el mayor auge de las esculturas de mantequilla se dio entre 1890-1930,[1] estas esculturas son aun a comienzos del siglo XXI atracciones populares en las ferias agrícolas, mesas de banquetes y restaurantes estadounidenses.