El espejo de Oesed (en inglés, Mirror of Erised), también conocido como espejo de Erised, es un misterioso espejo mágico que apareció por primera vez en la novela Harry Potter y la piedra filosofal, de la escritora británica J. K. Rowling; fue descubierto por Harry Potter en un salón de clases abandonado del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.[1]
La propiedad que hace especial a este objeto es mostrar el más profundo deseo de la persona que se mira en él. El protagonista queda fascinado por lo que descubre en su superficie: ve a su familia rodeándolo, incluyendo a sus padres fallecidos. Al estar tan interesado por lo que le muestra el espejo, Harry lo visita en repetidas ocasiones. Sin embargo, el espejo es finalmente trasladado a otro sitio y el protagonista no lo vuelve a encontrar hasta el capítulo final del libro, cuando se ve inmerso en la búsqueda de la piedra filosofal.
Algunos ensayos han abordado el artefacto para explicar sus propiedades y funcionamiento dentro de la saga Harry Potter. Según estas consideraciones, el espejo estaría ligado a una larga tradición presente en la literatura de corte fantástico que hace uso de estos artefactos asociándolos con propiedades sobrenaturales.
La autora de la heptalogía ha declarado que probablemente vería lo mismo que Harry si se parase frente al espejo: a su madre fallecida en 1990.[2]