La eutanasia animal (del griego "buena muerte") es el acto de permitir la muerte mediante la supresión de medidas médicas extremas y/o aplicar la muerte indolora a un animal que sufre una situación penosa o una enfermedad agónica o incurable o de difícil recuperación.[1] Los métodos de eutanasia están diseñados para causar el mínimo dolor y estrés.[2]
En algunos países como Venezuela, la eutanasia está regulada por ley, debiéndola practicar sólo médicos veterinarios en determinadas circunstancias, con métodos que no entrañen crueldad, maltrato o agonía prolongada. El Código Penal Venezolano establece arresto como sanción para quien, sin necesidad, haya matado un animal, entendiéndose la aplicación de la norma a todos aquellos casos donde no se refiera a "eutanasia clínica" practicada por médicos veterinarios colegiados o cuando se trate de animales para consumo humano.