Ex opere operato es una frase en latín que significa "de la obra realizada" y, en referencia a los sacramentos, significa que derivan su eficacia, no del ministro o del receptor (lo que significaría que la derivan ex opere operantis, que significa "de la actividad del agente"), sino del sacramento considerado independientemente de los méritos del ministro o del receptor. Según la interpretación ex opere operato de los sacramentos, cualquier efecto positivo no procede de su valía o fe, sino del sacramento como instrumento de Dios.[1]
"Afirmar la eficacia ex opere operato significa estar seguro de la intervención soberana y gratuita de Dios en los sacramentos."[2] Por ejemplo, en la confirmación el Espíritu Santo no es otorgado a través de la actitud del obispo ni de la persona que es confirmada, sino libremente por Dios a través de la instrumentalidad del sacramento. Para recibir los sacramentos con fruto, se cree necesario que el receptor tenga fe.[3]