La frase latina Extra Ecclesiam nulla salus significa: “Fuera de la Iglesia no hay salvación”. Proviene de los escritos de san Cipriano de Cartago, obispo del siglo III, y su comprensión requiere del conocimiento del contexto en que fue presentada.[1] Es un dogma de la Iglesia católica, definido en la forma «es absolutamente necesario para la salvación de toda criatura humana que esté sujeta al Romano Pontífice» (bula Unam Sanctam del Papa Bonifacio VIII, año 1302). Se trata de un principio fundamental del catolicismo.