En economía, un fallo del Estado es una ineficiencia causada por la actuación del Estado.[1] El término surgió a principios de los años 60 con el aumento de las críticas de intelectuales y políticos a la regulación. Con la premisa de que la única justificación legítima para la regulación estatal eran los fallos de mercado, los economistas plantearon nuevas teorías.[1] Por ejemplo, se argumentó que un fallo del Estado ocurre cuando la intervención provoca una asignación de recursos más ineficiente que la que existiría sin esa intervención. Debido a no comparar entre sí las ineficiencias creadas por los fallos de mercado y del Estado, los primeros «solo proporcionan una ayuda limitada a la hora de prescribir soluciones exitosas para el Gobierno».[2][3]
A veces se usa el término «fallo pasivo del Estado» para describir la falta de intervención estatal ante un fallo de mercado que daría lugar a una situación contraria a una distribución más deseable de los recursos.[4] Al igual que ocurre con los fallos de mercado, existen diferentes tipos de fallos del Estado que provocan distorsiones económicas.[cita requerida]