La fayenza egipcia es una cerámica de cuarzo sinterizado que presenta una vitrificación de superficie que crea un brillo de varios colores, siendo el más común el azul-verde. Definido como un «material hecho de cuarzo en polvo cubierto con una verdadera capa vítrea, generalmente en un vidrio isotrópico azul o verde transparente», la loza se distingue del compuesto cristalino azul egipcio.[1] La loza es considerablemente más porosa que el vidrio propiamente dicho. Puede ser moldeado en moldes para crear vasijas, joyas y objetos decorativos.[2] Aunque contiene los principales constituyentes del vidrio, como son sílice y cal, pero no arcilla hasta periodos tardíos, la loza es frecuentemente discutida en estudios de la cerámica antigua, ya que en términos estilísticos e histórico-artísticos los objetos hechos de ella se acercan más a los estilos de cerámica que al vidrio del antiguo Egipto.
La loza egipcia fue muy utilizada para objetos pequeños, desde cuentas hasta pequeñas estatuas, y se encuentra tanto en contextos de élite como populares. Era el material más común para los escarabajos y otras formas de amuletos y figuras ushabti, y se utilizaba en la mayoría de las formas de la joyería egipcia antigua, ya que el esmalte lo hacía suave contra la piel. Sus aplicaciones más importantes incluían tazas y cuencos, y azulejos de pared, utilizados principalmente para los templos.[3] Las conocidas figuras azules de un hipopótamo, colocadas en las tumbas de los oficiales, pueden llegar a tener hasta 20 cm de longitud,[4] acercándose al tamaño máximo práctico para la loza, aunque el Museo Victoria y Alberto de Londres tiene un cetro de loza de 215,9 centímetros (85,0 pulgadas) de Egipto fechado entre 1427 y 1400 a. C.[5]