Fiebre amarilla | ||
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Aedes aegypti: principal vector del virus de la fiebre amarilla. | ||
Especialidad | infectología | |
Síntomas | piel amarilla | |
Complicaciones | Insuficiencia hepática, sangrado | |
Causas | Picadura de mosquito | |
Prevención | Vacuna, insecticida | |
Sinónimos | ||
Mal de Siam[1] Enfermedad de Barbados[2] YF | ||
La fiebre amarilla o vómito negro es una enfermedad viral aguda e infecciosa, por lo general de corta duración.[3]En la mayoría de casos, sus síntomas incluyen fiebre, escalofrío, pérdida del apetito, náusea, dolores musculares (particularmente en la espalda) y dolores de cabeza.[3]Por lo general, los síntomas mejoran en cuestión de cinco días.[3]En alrededor del 15% de las personas, tras un día de mejora la fiebre regresa, ocurre dolor abdominal y empieza un daño hepático que causa ictericia (piel amarillenta).[3][4]Si esto ocurre, el riesgo de hemorragia y de problemas renales aumenta.[3]
La enfermedad es causada por el virus de la fiebre amarilla, cuyo principal vector en las ciudades es el mosquito Aedes aegypti, que se encuentra en los trópicos y subtrópicos.[3] Infecta a seres humanos, otros primates,[5] y a varios tipos de mosquitos.[3] Es una causa importante de enfermedad hemorrágica en muchos países de África y América del Sur. Es endémica en áreas subtropicales y tropicales de América del Sur y África. Su presentación clínica es variada, fluctuando desde una enfermedad febril leve y autolimitada (lo más frecuente) hasta una enfermedad hemorrágica y hepática grave (con un 50 % de letalidad). La palabra amarilla del nombre se refiere a los signos de ictericia, que afecta a los pacientes enfermos severamente.[6][7][8][9][10]
El virus de la fiebre amarilla es un virus ARN del género Flavivirus.[11][12] La enfermedad puede ser difícil de distinguir de otras enfermedades, particularmente en los estadios tempranos. Para confirmar un caso sospechado se requiere de una prueba de sangre con una reacción en cadena de la polimerasa.[13]
Existe una vacuna segura y efectiva, y algunos países exigen vacunas para los viajeros.[3] Otros esfuerzos de prevenir la infección incluyen reducir la población de los mosquitos transmisores. En áreas donde es común la fiebre amarilla, diagnósticos tempranos de casos e inmunización de grandes partes de la población son medidas importantes para evitar brotes.[3] Sin embargo, no se conoce cura de la enfermedad, por lo que cuando personas no vacunadas la contraen solo se les puede proporcionar tratamiento sintomático.[3]La muerte ocurre en casi la mitad de las personas que se enferman de manera severa.[3][14]
En 2013, se estimaba que la fiebre amarilla había causado 130 000 infecciones severas y 78 000 muertes en África.[3] Aproximadamente 90% de un estimado de 200 000 casos de fiebre amarilla anuales ocurren en África.[3][15] Cerca de mil millones de personas viven en regiones del mundo donde la enfermedad es común.[3] Es común en áreas tropicales de Sudamérica y África,[16] pero no en Asia.[3] Desde la década de 1980, el número de casos de fiebre amarilla ha estado aumentando.[3][17] Se piensa que esto se debe a que menos personas son inmunes, a la mayor cantidad de gente viviendo en las urbes, a que la gente migre constantemente, y al cambio climático, que aumenta los hábitats para los mosquitos.[3]
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