En biología, un filamento proteico es una cadena larga de monómeros de proteína, como las que se encuentran en el cabello, el tejido muscular o los flagelos.[1] Los filamentos proteicos se unen para formar el citoesqueleto de las células y a menudo, están empaquetados para proporcionarles soporte, fuerza y rigidez. Cuando los filamentos están empaquetados, pueden formar diferentes estructuras celulares. Las tres clases más importantes de filamentos proteicos que forman el citoesqueleto son los microfilamentos, los microtúbulos y los filamentos intermedios.
Los filamentos tienen una naturaleza muy dinámica y participan en fenómenos dinámicos de la célula como el treadmilling (en el citosol) o la nucleación.