Flechazo es la descripción metafórica del enamoramiento inmediato que se produce por el encuentro con una persona desconocida; según el tópico literario, este "amor a primera vista" se produce por ser la "media naranja"[1] a la que estaba destinada a unirse en un "amor verdadero". Utilizando la referencia de la mitología clásica, es la flecha de Cupido la que hiere "de amor", o (como corresponde a la expresión francesa coup de foudre "golpe de relámpago" o "calambrazo") se recibe una suerte de "descarga eléctrica".
Independientemente de los conceptos propios de la idea del amor romántico, efectivamente es muy habitual que un proceso semejante sea descrito por muchas personas que dicen haberlo sufrido. Se trata de una experiencia extraordinariamente placentera pero intrigante, que el afectado no puede controlar ni explicar racionalmente, y que desata en él una intensa felicidad seguida de un "torbellino de emociones" que pueden ser contradictorias; en efecto, se altera profundamente su equilibrio neuroquímico, con consecuencias somáticas, por ejemplo, digestivas (las famosas "mariposas en el estómago").[2] En zoología se describen mecanismos biológicos semejantes, como la impronta y el apego. En psicología social se estudia atracción interpersonal.