En la ficción, un florete es un personaje que contrasta con otro personaje, generalmente el protagonista, para resaltar las cualidades del otro personaje.[2][3][4] En algunos casos, una subtrama puede ser utilizada como un florete para la trama principal. Esto es especialmente cierto en el caso de la metaficción y el motivo "historia dentro de una historia".[5] La palabra florete viene de la vieja práctica de respaldar las gemas con florete para hacerlas brillar más.[6]
Un florete por lo general difiere dramáticamente o es extremadamente similar, pero con una diferencia clave que los distingue. El concepto de un florete también se aplica más ampliamente a cualquier comparación que se haga para contrastar una diferencia entre dos cosas.[7] Thomas F. Gieryn coloca estos usos de los floretes literarios en tres categorías, que Tamara A. P. Metze explica como: los que enfatizan el mayor contraste (esto es diferente porque...), los que operan por exclusión (esto no es X porque...), y los que asignan la culpa ("debido a la lentitud de los procedimientos de toma de decisiones del gobierno...").[8]