Un fuerte o castillo de esclavitud era una clase de fortificación en donde las víctimas de la esclavización pudieran ser encarceladas, además de ser un lugar defendible en caso de un ataque externo.[1] Los fuertes de esclavitud eran fábricas militarizadas (puestos comerciales) edificados a lo largo de la costa africana, en lugares donde el comercio de esclavos jugó un papel económico importante. Estos fuertes fueron construidos por organizaciones de nueve países europeos, ya sea por el estado o empresas autorizadas.[2]