Las Fuerzas Armadas Argentinas constituyen el instrumento militar para la defensa nacional de la Argentina. Las Fuerzas Armadas son exclusivamente el Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea.[13] Además de la defensa nacional, participan con apoyo a la comunidad en situaciones de emergencia, el despliegue de tropas en operaciones de mantenimiento de la paz bajo mandato de ONU y el apoyo logístico y de transporte a la presencia argentina en la Antártida.[14]
El presidente de la Nación es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas y le compete la conducción del instrumento militar, conforme a las atribuciones conferidas por el Artículo 99 de la Constitución Argentina.[13][15]
Desde 2006 el accionar de la defensa se hallaba restringido a agresiones externas por fuerzas armadas de otro Estado. Aunque la legislación permite el empleo subsidiario de elementos militares en apoyo a la seguridad interior, el restablecimiento del orden en jurisdicción militar, o el restablecimiento del orden en el ámbito interno, previa declaración del estado de sitio por el presidente de la República.[16] Desde 2024, el decreto 1112/24 contempla las «nuevas amenazas» permitiendo el accionar contra amenazas de naturaleza no-estatal y adiciona como misión subsidiaria la protección de objetivos de valor estratégico.[17][18]
Los Estados Mayores Generales las tres FF. AA. sólo se dedican al adiestramiento, alistamiento y sostenimiento de los medios. Así, el empleo de esos medios en tiempos de paz queda asignado al Estado Mayor Conjunto (EMCO) y las operaciones militares en tiempos de paz quedan asignadas al Comando de Operaciones Conjuntas[nota 1] en la órbita del EMCO, el que cumple con la vigilancia y control de los espacios terrestres, marítimos y aeroespaciales de la Nación.[19]
La defensa aérea en tiempos de paz contra tránsitos aéreos irregulares (TAI) es llevada a cabo por el Comando Conjunto Aeroespacial (COCAES) por medio de interceptación de esas aeronaves civiles, cumpliendo las recomendaciones impartidas por la OACI.[20]
Las FF. AA. han reducido su tamaño desde el fin del servicio militar obligatorio (SMO) en 1994 y los recortes de gastos ejecutados desde los años 80 y con más acento desde 2004. Así el presupuesto de defensa de la Argentina sufrió una notable baja representando en promedio sólo entre el 0.7 y 0.9 % del PBI, y llegando incluso a bajar al 0.4 % en 2022 (piso histórico). El FONDEF (fondo nacional para la defensa) aprobado en 2020 permite una asignación extra para asignar más dinero.[21]
La Argentina mantiene vínculos en materia de defensa con Brasil y Chile con acuerdos y mecanismos de cooperación.[22] También es aliado importante extra-OTAN (MNNA), nombrado por Bill Clinton en 1998. Permance el embargo de armas impuesto por el Reino Unido desde 1982.[23]
Desde 1980 se autorizó progresivamente la incorporación de mujeres a las Fuerzas Armadas y desde 2005 se implementó una política de género. El porcentaje de mujeres en las fuerzas armadas pasó del 7.6 %, en 2006, al 16.8 % en 2017.[24][25] En 2015 las tres fuerzas sumaban 77 000 efectivos aproximadamente.[26] En 2018, el número de efectivos informados alcanzó a algo más de 83 000.[27]
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