El galicanismo es la creencia de que la autoridad civil popular—a menudo representada por la autoridad del monarca o del Estado—sobre la Iglesia católica es comparable a la del papa. Originalmente, el término se refería a la tendencia autonomista de la religión católica en Francia con respecto a la jurisdicción de Roma y el papa. El nombre proviene de Galia como se conocía en la antigüedad al territorio de la actual Francia. En el siglo XVIII la doctrina se extendió a los Países Bajos, especialmente a Holanda. El profesor John McGreevy lo define como "la noción de que las costumbres nacionales pueden sobrepasar las regulaciones romanas (es decir, las de la Iglesia católica)."[1]
El galicanismo es un rechazo del ultramontanismo. También tiene elementos en común con el anglicanismo, pero hay que enfatizar que en el sentido galicano se resta importancia a la autoridad del papa en la iglesia sin negar que haya algunos elementos de autoridad en el cargo asociados a ser primus inter pares (primero entre iguales). Otros términos para doctrinas iguales o similares doctrinas son erastianismo, febronianismo y josefismo.[2]