Ganando corazones y mentes es un concepto ocasionalmente expresado en la resolución de guerra, insurgencia, y otros conflictos, en los que uno de los beligerantes busca prevalecer mediante evitar el uso de una fuerza superior, tornando hacia un abordaje emocional o intelectual o apelaciones para influir en los partidarios opuestos.
El uso del término "corazones y mentes" como referencia a un método para poner de lado a una población subyugada, fue expresado por primera vez por el general y administrador colonial francés Hubert Lyautey como parte de su estrategia para contrarrestar al Ejército de Bandera Negra durante la campaña de Tonkin en 1895.[1] El término también ha sido atribuido a la estrategia de Gerald Templer durante la emergencia malaya.[2]
Se ha debatido la eficacia de "corazones y mentes" como estrategia de contrainsurgencia.[3]
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