A la izquierda gemelo parasitario en un niño indio (finales del siglo XIX).
El trastorno del gemelo parasitario o parásito se da en los casos de gemelos unidos cuando uno de ellos (gemelo parásito o heterópago) presenta un cuerpo mucho más pequeño que el del otro, frecuentemente además en forma parcial, solo el torso y los miembros, por ejemplo, y unido al cuerpo de su pareja (gemelo huésped o autósito) por la cabeza o la parte inferior del abdomen, lo que posibilita su supervivencia ya que el parásito normalmente carece de órganos propios.[1]
Se dividen en:
Parásitos onfalópagos: Un pequeño cuerpo colgando de la zona abdominal del huésped. Algunos de estos parásitos tienen una cabeza rudimentaria incluida en la cavidad abdominal del huésped, cuyo crecimiento puede crear un conflicto de espacio.
Parásitos dípigos o pigomelia: Consiste en la duplicación de las extremidades inferiores. En los dípigos completos una pequeña pelvis pende sobre la normal y la persona ejerce control activo sobre sus cuatro piernas. En la mayoría de los casos presentan sin embargo piernas poco desarrolladas unidas a la pelvis única y el autósito puede tener control pasivo sobre las extremidades supernumerarias, pero no moverlas individualmente.
Parásitos craniópagos (craniopagus parasiticus): Presentan otra cabeza unida a la parte superior de la principal. El caso más antiguo y famoso conocido es el Niño con dos cabezas de Bengala.[2]