El gruit (en algunas ocasiones mencionado como grut o gruyt) es la mezcla de hierbas, bayas, flores y raíces que aromatizaba la cerveza antes del empleo del lúpulo.[1] El empleo de lúpulo en la historia de la cerveza es relativamente reciente en su devenir. Antes del siglo XII se aromatizaba la cerveza con mezclas de hierbas diversas (generalmente mezclas secretas). El empleo de lúpulo marcó un hito, ya que tiene propiedades conservantes además de proporcionar un sabor amargo característico.[2]