La guerra de la Independencia de Chile corresponde al proceso histórico que permitió la emancipación de dicho país de la Monarquía Española, acabó con el periodo colonial e inició la conformación de una república independiente.
Se desarrolló en el contexto de la emancipación de Hispanoamérica, proceso iniciado con la formación de juntas de gobierno en Hispanoamérica en respuesta a la captura del rey Fernando VII por las fuerzas napoleónicas en 1808. La primera junta de gobierno en Chile buscó, en un primer momento, establecer una monarquía liberal, leal al rey cautivo, pero separada del Imperio español. Sin embargo, con la guerra se fue radicalizando gradualmente la situación al punto de buscar una separación definitiva de España y la adopción de ideas republicanas por parte de los líderes del proceso.
Tradicionalmente, la historiografía chilena ha definido este periodo como aquel comprendido entre el establecimiento de la Primera Junta Nacional de Gobierno (18 de septiembre de 1810) y la renuncia de Bernardo O'Higgins al cargo de director supremo (28 de enero de 1823). Además, este periodo es subdividido en tres etapas: la Patria Vieja (1810-1814), la Reconquista o Restauración Monárquica (1814-1817) y la Patria Nueva (1817-1823). La guerra de emancipación chilena se inició en 1812, cuando el virrey del Perú realizó las primeras acciones hostiles por mar contra la junta chilena, y se prolongó hasta 1826, cuando se produjo la caída del último reducto realista en Chiloé.
La Independencia de Chile fue declarada a través del acta de independencia, oficialmente proclamada y jurada en Santiago el 12 de febrero de 1818, y reconocida por España el 25 de abril de 1844.[6]