La guerra polaco-otomana de 1633-1634 se refiere a uno de los muchos conflictos militares que enfrentaron a la Corona del Reino de Polonia y el Gran Ducado de Lituania (Mancomunidad de Polonia-Lituania), con el Imperio otomano y sus estados vasallos. Se produjo mientras la Mancomunidad también combatía en la breve Guerra de Smolensk (1633-1634) contra el Zarato ruso. La guerra apenas tuvo más que una batalla y pese a que amenazó en convertirse en un enfrentamiento general con los otomanos, se saldó con una mediación diplomática en la que el sultán Murad IV achacó los hechos a una acción personal de Mehmed Abazy, que entonces era el gobernador de la provincia otomana de Sylistria (la actual Bulgaria).