Un guyot es un monte submarino que tiene la forma de un tronco de cono. Los guyots pueden encontrarse aislados, pero frecuentemente forman alineaciones, a veces de hasta un centenar de ellos.[1] Su cima es plana, y se halla a una profundidad marina de más 200 m, y a una altura de al menos 900 m encima del fondo marino que les rodea. Según parece, muchos son restos de islas volcánicas antiguas que, en un pasado lejano, sobresalían del nivel del mar. En ellas se pueden encontrar vestigios de terremotos y derrumbamientos, ya que a veces datan del cretáceo. Su cima fue arrasada por estos procesos y la erosión subáerea y la acción de las olas. Más tarde debió producirse una subida del nivel del mar por cambios climáticos, y/o un descenso del suelo oceánico por su alejamiento del dorsal centro-oceánica u otro punto caliente, donde brotó el volcán submarino que generó la isla originalmente. Así, se quedó la isla como guyot a la profundidad a la que hoy se halla.[2][3]
Ecológicamente, estos montes submarinos proporcionan un sustrato duro para que los organismos marinos, como los corales de aguas profundas y las esponjas, se adhieran. Los montes submarinos proporcionan un hábitat vital para los invertebrados marinos como las estrellas quebradizas y las langostas en cuclillas para vivir y actuar como criaderos de peces de aguas profundas. Los guyots también influyen en el flujo de aguas más profundas, lo que resulta en la afluencia de aguas ricas en nutrientes hacia la superficie del mar. La surgencia aumenta la productividad biológica del plancton y los peces, que a su vez proporciona alimento para aves marinas, peces más grandes, ballenas y delfines.
El nombre de estas formaciones se deriva de la abreviatura del nombre del geólogo y geógrafo suizo Arnold Henry Guyot.