La histeria es un término que se usa coloquialmente para referirse a un exceso emocional ingobernable y puede referirse a un estado mental o emocional temporal.[1] En el siglo XIX la histeria se consideraba una enfermedad física diagnosticable en la mujer. Se supone que la base para el diagnóstico operó bajo la creencia de que las mujeres están predispuestas a condiciones mentales y conductuales; una interpretación de las diferencias relacionadas con el sexo en las respuestas al estrés.[2] En el siglo XX pasó a ser considerada una enfermedad mental.[3] Muchas personas influyentes, como Sigmund Freud y Jean-Martin Charcot, dedicaron investigaciones a los pacientes con histeria.[4]