El término democracia proviene del griego clásico, y su origen como forma de gobierno se remonta a la Atenas de la época clásica. Los fundamentos de la democracia moderna, como gobierno de la mayoría de la población, comenzaron a aparecer en la segunda mitad del siglo XVII-XVIII junto con el sufragio universal, luego de la abolición generalizada de la esclavitud y la sanción de instituciones que reconocían los derechos humanos. Se consolidaría definitivamente como sistema de gobierno en el siglo XIX bajo la forma de democracias representativas, en las que la soberanía popular se delega en representantes políticos que ejercen la autoridad en nombre del pueblo.[1][2]