La historia de Valladolid se remonta a la Edad Media. Aunque existen indicios de asentamientos pertenecientes al Paleolítico inferior, Valladolid no tuvo una población estable hasta la Edad Media. Durante la repoblación de la Meseta, Alfonso VI encargó al conde Pedro Ansúrez su poblamiento, otorgándole el señorío de la misma en 1072. Desde esta fecha se inicia el crecimiento, de la población , dotándose de distintas instituciones; Iglesia Colegial, Universidad o Alcázar Real. Esto le permitió convertirse en sede de la corte castellana y posteriormente entre 1601 y 1606 capital del Imperio español hasta que la capitalidad pasó definitivamente a Madrid. A partir de entonces, se inicia un periodo de decadencia que solo se salvará con la llegada del ferrocarril, en el siglo XIX, y con la industrialización de la ciudad, ya en el siglo XX.