El Imperativo Territorial del Noroeste (o el Frente del Noroeste) es una idea separatista blanca que ha sido popularizada desde las décadas de 1970 y 1980 por grupos nacionalistas blancos, supremacistas blancos, separatistas blancos y neonazis dentro de los Estados Unidos. Según esta idea, se alienta a los miembros de estos grupos a trasladarse a una región del Noroeste de Estados Unidos, a los estados de Washington, Oregón, Idaho, y ocasionalmente a Montana y Wyoming, con la intención de declarar eventualmente en la región un Etnoestado blanco.[1]
Se han dado varias razones de por qué este territorio ha sido elegido por los activistas para acoger una futura patria blanca: está más alejado de los lugares donde habitan los ciudadanos negros y miembros de otras minorías étnicas que viven en otras zonas de los Estados Unidos; es un lugar geográficamente remoto, lo que dificulta que el Gobierno federal de los Estados Unidos desarraigue a los activistas; sus amplios espacios abiertos pueden atraer a quienes creen en el derecho a cazar y a pescar en libertad; el clima es fresco y con poca potencia solar, lo que beneficia a la piel clara; también les permitiría tener acceso a los puertos marítimos, y tendrían una frontera común con Canadá.[2]
La formación de ese proyecto de patria blanca también implica la expulsión -llamada de manera eufemística repatriación- de todos los ciudadanos no blancos del territorio.[3]
El proyecto se llama indistintamente "Imperativo Territorial del Noroeste", "Bastión Blanco Americano", "República Aria Blanca", "Bastión Ario Blanco", "República Cristiana Blanca", o la "solución del 10% por ciento", por parte de sus promotores.
Los líderes supremacistas blancos Robert E. Miles, Robert Jay Mathews y Richard Girnt Butler fueron originalmente los principales promotores de la idea.[4]
El territorio propuesto por el Imperativo Territorial del Noroeste se superpone con el territorio del movimiento independentista de Cascadia. Los dos movimientos comparten banderas similares, pero no tienen vínculos directos ni deberían vincularse.