En arquitectura, se denomina genéricamente como imposta, palabra proveniente del latín imposta,[1] a un saledizo que separa a los diferentes pisos de un edificio. Por regla general es un aparejo de sillares algo voladizo,[2] a veces con moldura, sobre el cual va estribado un arco o una bóveda.
La imposta marca la línea divisoria entre un elemento arquitectónico que sustenta (columna, pilar o muro) y otro sustentado curvo (que puede ser un arco o bóveda). Es por esta última razón por la que a veces se denomina como línea de imposta (líneas molduradas horizontales).
<ref>
no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas TV