Infarto cerebral | ||
---|---|---|
Corte de una TAC del cerebro mostrando un infarto cerebral del hemisferio derecho (lado izquierdo de la imagen). | ||
Especialidad | neurología | |
El infarto cerebral es un evento cerebrovascular causado por un proceso de isquemia, durante el cual muere parte de la masa encefálica debido a una carencia duradera en la irrigación sanguínea. La causa de la isquemia es la oclusión del sistema arterial cerebral debido a aterotrombosis o a un embolismo.[1] Suele aparecer en personas de edad avanzada y asociado a factores de riesgo incluyendo previas isquemias transitorias. Los principales factores de riesgo para la aparición de un infarto cerebral son la hipertensión arterial, los trastornos lipídicos, tabaquismo y drogadicción.
El infarto cerebral se caracteriza por déficit neurológico de instauración progresiva, intermitente con trastornos leves al inicio y máximos al transcurrir las horas. Dependiendo de la etiología, suele ser de aparición durante el sueño, al despertar, con la actividad física o asociado a trastornos de hipotensión arterial.
La tomografía de cráneo revela zonas de infarto mayores de 1,6 cm, pero los cambios de la densidad no son inmediatos, por lo que es un estudio poco sensible. Un error común es realizar una tomografía simple (no contrastada). La inyección de contraste permite realizar una perfu-TC (perfusión por tomografía) y una angio-TC (angiotomografía). El 80 % de las enfermedades cerebrovasculares son debidas a un infarto cerebral isquémico y el otro 20 % a una hemorragia cerebral.[2] Un infarto debe distinguirse de una hemorragia cerebral y de una hemorragia subaracnoidea. Los infartos cerebrales varían en cuanto a gravedad, pues en un tercio de ellos se acaba produciendo la muerte del individuo.