Este artículo trata sobre el fenómeno de las relaciones sociales. Para el rechazo de una religión o no posesión de creencias religiosas, véase Infiel.
La infidelidad se refiere, popularmente, a las relaciones afectuosas del tipo romántico, a corto o largo plazo, establecidas con personas distintas del vínculo oficial[1][2] que a menudo se mantienen en secreto por considerarse como una amenaza a la institución familiar.[3] De acuerdo con el DRAE, el vocablo (proveniente del latíninfidelĭtas, -ātis) denota el incumplimiento del compromiso de fidelidad o la falta de esta.[4] Por consiguiente, puede significar la carencia de lealtad o quebrantamiento de la misma hacia cualquier compromiso moral como la religión, la amistad, el matrimonio (situación que se conoce como adulterio) o cualquier otra relación amorosa o erótica.[n 1]
La infidelidad amorosa, acepción con la que frecuentemente se asocia el término, es descrita, grosso modo, como la falta al pacto normativo que limita el número de personas involucradas en una relación amorosa o erótica y, por tanto, la prohibición de mantener otras de forma paralela, sean ocasionales o continuas. Es decir, la infidelidad se puede definir como el acto o hecho de tener una relación romántica o sexual con alguien diferente a la pareja,[5] rompiendo de esta manera una promesa (explícita o tácita) de permanecerle fiel.[6] También se ha definido como cualquier tipo de comportamiento emocional, sexual o romántico secreto que viola la exclusividad que por definición tienen las relaciones románticas.[7] De esta forma, en relaciones con tradición monogámica la inclusión de un tercero supone una violación del acuerdo, mientras que en relaciones poliamorosas se produce al involucrar a personas ajenas al círculo aceptado. Bajo esta definición, ser infiel es romper de forma consciente un acuerdo afectivo o sexual preestablecido para el tipo de relación escogida.[8] En la literatura académica es común referirse a la infidelidad romántica como comportamientos extradiádicos.[9] Otros sinónimos en el lenguaje cotidiano o académico incluyen engaño, adulterio, «poner los cuernos», «tener una aventura amorosa», no monogamia no consensuada o, en el contexto de un matrimonio, infidelidad conyugal o extramarital.
Por otra parte, comportamientos sexuales con alguien distinto a la pareja principal sin su conocimiento o consentimiento, tales como aventuras de una noche, aventuras amorosas apasionadas o el sexo con prostitutas son generalmente considerados ejemplos de infidelidad. Con todo, qué constituye infidelidad depende en últimas de las expectativas dentro de la relación, expectativas que reflejan influencias culturales, relacionales y personales.[10] En relaciones matrimoniales, por ejemplo, se asume comúnmente la exclusividad, y en tanto la infidelidad constituye una violación de la exclusividad sexual emocional o sexual de una pareja, comúnmente resulta en sentimientos de ira, celos amorosos o sexuales y rivalidad. Pittman y Wagers sostienen que el sello distintivo de la infidelidad implica que ocurra en secreto y a escondidas, así como la ocultación a la pareja de comportamientos con una persona ajena a la relación comprometida.[11]
Si bien, las definiciones de infidelidad varían ampliamente en la investigación,[10][12] pueden definirse en términos amplios como participar en comportamientos o relaciones emocionales o sexuales por fuera de los límites acordados (implícita o explícitamente) de una relación,[13] y pueden incluir conductas como el coqueteo, besos, tener una conexión emocional, tener relaciones sexuales o usar pornografía.[14] Con el auge del internet y los teléfonos inteligentes, conductas mediadas por computador (p. ej., el sexteo, enviar fotos sexualmente explícitas, o ver porno de cámaras web en vivo) se han vuelto también formas más comunes de infidelidad,[15] en tanto han hecho más fácil que haya infidelidad sin que la pareja primaria lo descubra, involucrándose en todo tipo de actividades sexuales y eróticas con personas fuera de su relación, incluyendo conocer nuevas parejas potenciales o mantener conversaciones o conductas sexuales, con o sin una cámara web.[16]
La infidelidad puede causar daño psicológico, incluyendo sentimientos de rabia y traición, baja confianza sexual y personal, e incluso trastorno por estrés postraumático en la víctima, así como sentimientos de culpa y remordimiento en la persona que comete la infidelidad.[17][18] Estos efectos se encuentran independientemente de si la infidelidad ocurre en la vida real o en línea, si bien es más confuso para las personas determinar qué constituye infidelidad y qué no en el internet.[19] Personas de todos los géneros pueden experimentar consecuencias sociales si su acto de infidelidad se hace público, pero la forma y grado de estas consecuencias puede depender del género de la persona infiel.[20]
A pesar de que a través de las culturas típicamente se desaprueba la infidelidad, hay diferencias culturales importantes respecto a cómo se percibe y entiende la infidelidad. Como señalan Valor-Segura, Sáez y Buunk (2022)[21] a diferencia de países occidentales e islámicos donde la infidelidad no se acepta e incluso se castiga, en muchos países africanos se tolera a veces, como ocurre también en países asiáticos como Tailandia, donde existe una importante cultura del trabajo sexual.[22] Existe asimismo una doble moral, en que si bien la mayoría de culturas rechaza la infidelidad, en muchas de ellas la infidelidad por parte de las mujeres es considerada menos aceptable que la de los hombres,[23] y puede ser considerada motivo de revancha o venganza contra quienes cometieron el adulterio, incluyendo el abuso físico o incluso crímenes de honor.[16]
↑Diana Resnicoff (entrevista) (2005). «Definición de infidelidad». Infidelidad.com.mx. Archivado desde el original el 4 de mayo de 2018. Consultado el 15 de enero de 2013.
↑Cerna Trujillo, Antonia (2007). Sexualidad Humana. México: Universidad Iberoamericana. ISBN968-859-638-8.
↑Real Academia Española. «Infidelidad». Diccionario de la lengua española (23.ª edición).
↑«Definition of INFIDELITY». www.merriam-webster.com(en inglés). 12 de septiembre de 2024. Consultado el 23 de septiembre de 2024.