Interim de Augsburgo (en latín Interim Augustanum)[1] es el nombre con el que se conoce al decreto imperial ("Declaración de su Romana e Imperial Majestad sobre la observancia de la religión dentro del Sacro Imperio hasta la decisión del Concilio General")[2] promulgado el 15 de mayo de 1548, en la Dieta de Augsburgo de ese año, por el emperador Carlos V, que acababa de vencer en la guerra de Esmalcalda, derrotando en la batalla de Mühlberg de 1547 al ejército protestante de la Liga de Esmalcalda.
La primera versión del decreto, de 26 capítulos, fue escrita por Julius von Pflug,[3] pero varios teólogos se implicaron en la redacción final: del lado católico Michael Helding, Eberhard Billick,[4] Domingo de Soto, Pedro de Soto (ambos de la escuela de Salamanca) y Pedro de Malvenda (también español, de la Sorbona[5]); del lado protestante Johannes Agricola.[6] Aunque se ordenó a los protestantes volver a adoptar las creencias y prácticas tradicionales del catolicismo, incluyendo los siete sacramentos,[7] se permitía a los sacerdotes el matrimonio y a los laicos el denominado cáliz de los laicos, o comunión en las dos especies (pan y vino).[8] Estas concesiones permiten ver al Interim de Augsburgo como el primer paso significativo en el proceso que llevó a la legitimación política y religiosa del protestantismo como alternativa al catolicismo, y que se sustanció definitivamente en la Paz de Passau de 1552 y la Paz de Augsburgo de 1555.
El Interim pasó a ser ley del Imperio el 30 de junio de 1548.[9][10] En agosto de 1549, el papa advirtió a todos los obispos que eludieran las concesiones hechas a los protestantes.[11]
Como documento, tuvo un precedente, el Interim de Ratisbona (1541), y un intento protestante por reformularlo, el Interim de Leipzig o de Zella (1548).
No debe confundirse con la Confesión de Augsburgo (25 de junio de 1530), texto clave del protestantismo, redactado para presentarse a la Dieta de Augsburgo de 1530, y que a su vez suscitó la Confutatio Confesionis Augustanae o Confutatio Pontificia de la Confesión de Augsburgo ("Refutación Pontificia", 3 de agosto de 1530) y la Apología de la Confesión de Augsburgo (abril-septiembre de 1531).