Bajo la Ley Islámica, la yizia o jizya (árabe: جزْية; turco cizye; jizyah en su transcripción inglesa) o capitación es un impuesto per cápita que los Estados musulmanes imponen a los no musulmanes que cumplían ciertos criterios,[1] conocidos como dhimmis, como contraprestación por poder practicar su fe, ser sujeto de ciertas condiciones y disfrutar de autonomía comunal así como recibir el título de protegido por los musulmanes de las agresiones externas y exento del servicio militar.[2][3] Los impuestos que pagaban, desde el punto de vista de los dhimmis que pasaban a estar bajo el poder árabe-islámico eran una continuación de los que pagaban en los regímenes anteriores[4] (pero ahora bajo el control musulmán[2][5][6]) mientras que desde el punto de vista musulmán era una prueba material de su sujeción.[4]