Kavad II Siroes fue el vigésimo tercer emperador sasánida.
Hijo mayor de Cosroes II (590-628), estaba encarcelado cuando las noticias de la gran victoria del emperador bizantino Heraclio (610-641) en la batalla de Nínive llegaron a Persia. Liberado por algunos magnates en 628, fue proclamado rey tras mandar asesinar a su padre y a sus dieciocho hermanos.
Con la aprobación de los nobles persas comenzó las negociaciones de paz con Heraclio, que permitieron a los bizantinos recuperar los territorios perdidos, los soldados capturados, la Vera Cruz, perdida en Jerusalén en el año 614, además de una indemnización de guerra.[1][2]
Sin embargo, murió poco tiempo después, el 6 de septiembre de 628, a consecuencia de la peste.