La ofrenda de la viuda, también conocido como el óbolo de la viuda[1] es un pasaje presente en dos de los Evangelios sinópticos, el Evangelio de Marcos (Marcos 12:41-44) y el de Lucas (Lucas 21:1-4).
El pasaje presenta a Jesús de Nazaret enseñando en el Templo de Jerusalén. En su predicación desafiaba la hipocresía implícita en ciertas prácticas de los maestros de la Ley. Sentado frente al tesoro ubicado en el atrio de las mujeres,[2] vio a una viuda entregar como ofrenda dos monedas pequeñas, que el Evangelio de Marcos identifica como dos leptones o leptos[2] (Griego: Lepta), equivalentes a un cuadrante, la moneda romana de menor valor. En cambio los ricos parecían dar mucho más. Jesús explicó a sus discípulos que esa viuda pobre había dado más que todos los demás, porque los otros echaban como ofrenda parte de lo que les sobraba mientras que la viuda, en su miseria, había dado de lo que necesitaba para vivir.