Una lengua extinta o lengua muerta es aquella que ya no posee ningún hablante nativo, incluso si sigue siendo usada en ciertos ámbitos (liturgias, nombres científicos, etc.).[1][2]
Algunas lenguas muertas continúan en ciertos usos, como segunda lengua, lengua clásica o lengua litúrgica, aunque ya no sea adquirida por nadie como lengua materna. Aún en esos casos, la lengua no sigue el camino normal de evolución y desarrollo que ocurren a lo largo del tiempo en las lenguas vivas.
El término extinción lingüística se reserva generalmente para describir el proceso de sustitución lingüística por el cual una lengua puede llegar a perder todos sus hablantes.