Lenguas altaicas | ||||
---|---|---|---|---|
Región | Eurasia | |||
Hablantes |
164 millones (2000)[1] (250 mill. con jap. y cor.) | |||
Familia | L. euroasiáticas (¿?) | |||
Protolengua | Protoaltaico | |||
Subdivisiones |
Lenguas túrquicas Lenguas mongólicas lenguas tunguses lenguas coreánicas idioma ainu lenguas japónicas | |||
ISO 639-2 | tut | |||
Posibles ramas altaicas:
| ||||
El concepto de lenguas altaicas se refiere a una propuesta de macrofamilia lingüística ampliamente cuestionada en la actualidad,[2] que agruparía varias familias de lenguas habladas principalmente en Asia Central, en especial la túrquica y la mongólica. La existencia de la familia altaica es debatida entre los lingüistas históricos, pues ha sido casi universalmente rechazada. El nombre proviene del macizo de Altái, cadena montañosa de Asia central.
Los defensores de las lenguas altaicas incluyen a las siguientes familias:
A menudo incluyen también el grupo de lenguas japónicas y coreánicas. Se ha sugerido también la inclusión del ainu. Pero la inclusión de estos tres grupos es aún más insegura y es rechazada por muchos especialistas.
Las lenguas altaicas se han considerado recientemente como un caso de área de convergencia lingüística (Sprachbund).
Las lenguas altaicas, también denominadas altaispracias, son un grupo de unas 60 lenguas de Eurasia con entre 200 y 210 millones de hablantes. A principios de 1844, Matthias Alexander Castrén, formuló la hipótesis de la familia de lenguas ural-altaicas, fue ampliamente aceptada como tal hasta la década de 1960; sin embargo, en la actualidad se considera mayoritariamente un mero grupo lingüístico formado por varias familias menores no relacionadas entre sí.[3][4][5][6] El nombre se remonta a las montañas Altai de Asia Central, que anteriormente se suponía que eran la patria original de estas lenguas.
Según sus defensores, la familia lingüística altaica consta de al menos tres familias lingüísticas subdivididas, las lenguas túrquicas, las mongolianas y las lenguas tungúsicas.[7] Estas tres familias lingüísticas tienen léxico, morfológica, fonética y tipológica comunes, que algunos científicos consideran una prueba de su unidad genética y, por tanto, de su rastreabilidad hasta una lengua predecesora común (protolengua). Sin embargo, la mayoría de los investigadores ven estas similitudes simplemente como el resultado de préstamos léxicos y estructurales que han surgido a través de contactos convergentes (Sprachbund) a lo largo de los siglos entre estos grupos lingüísticos.