La ley de demanda, descriptiva, como la Ley de los gases ideales, no es normativa, establece que, manteniendo todo constante, cuando el precio de un producto aumenta (↑), la cantidad demandada baja (↓); asimismo, cuando el precio del producto baja (↓), la cantidad demandada aumenta (↑). En palabras simples, la ley de la demanda significa la relación inversa entre el precio y la cantidad demandada de un bien o servicio. Existe una relación negativa entre la cantidad demandada de un bien y su precio. Los factores que se mantienen constantes en esta relación son los precios de otros bienes y la renta del consumidor.[1] Existen, aun así, algunas posibles excepciones a la ley de la demanda (ver bienes Giffen y Veblen).
Los formas de medir la elasticidad son la elasticidad precio de la demanda, la elasticidad ingreso de la demanda y la elasticidad cruzada de la demanda.[2]