Las llantas de magnesio se fabrican con aleaciones que contienen principalmente magnesio. Se producen por fundición (de forma que el metal fundido se introduce en un molde donde se solidifica) o por forja (cuando una barra prefabricada se deforma mecánicamente). El magnesio tiene varias propiedades clave que lo convierten en un atractivo metal utilizable como base para fabricar ruedas: ligereza; una alta capacidad de amortiguación y una alta resistencia específica. El magnesio es el material metálico estructural disponible más ligero.[1] Es 1,5 veces menos denso que el aluminio, por lo que las llantas de magnesio pueden diseñarse para ser significativamente más ligeras que las llantas de aleación de aluminio, al tiempo que exhiben una resistencia comparable. Actualmente, todas las ruedas de competición están hechas de aleaciones de magnesio.[2]