En criptografía, la longitud de la clave o intensidad de cifrado es una medida del número de claves posibles que pueden usarse en un cifrador. Debido a que en la criptografía moderna se usan claves formadas por una secuencia de dígitos binarios, la longitud se especifica normalmente en bits. La longitud de la clave es crítica para determinar la susceptibilidad de un cifrador frente a un ataque de búsqueda exhaustivo.