El mal moral es cualquier acontecimiento moralmente negativo causado por la acción o inacción intencional de un agente, como una persona. Un ejemplo de mal moral podría ser el asesinato, la guerra o cualquier otro acontecimiento malo por el cual alguien pueda ser considerado responsable o culpable.[1] Este concepto puede contrastarse con el mal natural, en el que un acontecimiento malo ocurre de forma natural, sin la intervención de un agente. Sin embargo, la línea divisoria entre el mal natural y el moral no está del todo clara, ya que algunas conductas pueden ser involuntarias pero moralmente significativas.
La distinción entre el mal y lo “malo” es compleja. El mal es más que simplemente "negativo" o "malo" (es decir, un bien no deseado o inhibidor) ya que el mal es por sí mismo,[2] y sin referencia a ningún otro evento, moralmente incorrecto. La validez del término “mal moral” se basa, por tanto, en la validez de la moral en la ética.
Las primeras impresiones sobre acciones moralmente malas determinan cómo las personas ven los acontecimientos, no sólo los asesinatos o las muertes, sino también el nivel de crueldad inhumana.[3]