Tras la decepcionante visita de la Mariner 4 a Marte, la NASA creyó que ese primer sobrevuelo fue bastante incompleto ya que las fotografías de baja calidad que aparentemente sólo mostraban cráteres de impacto, abarcaban un pequeño porcentaje de la superficie marciana y la NASA quiso hacer una nueva intentona durante la ventana de 1969.
Las sondas gemelas 6 y 7 de la serie Mariner eran una versión mejorada que las 3 y 4, sin la suficiente carga de hidracina para otra cosa que no fueran correcciones de trayectorias. Eran sondas que alcanzaban una trayectoria en forma de órbita heliocéntrica de transferencia y se limitan a sobrevolar el planeta (flyby) perdiéndose en el espacio, dándose poco después las misiones por concluidas, pasando después a orbitar el Sol como chatarra inservible. Se probaron nuevas tecnologías que luego serían usadas en sucesivas misiones.