Marte azul | |||||
---|---|---|---|---|---|
de Kim Stanley Robinson | |||||
Género | Novela | ||||
Subgénero | Ciencia ficción | ||||
Edición original en inglés | |||||
Título original | Blue Mars | ||||
Editorial | HarperCollins | ||||
Ciudad | Estados Unidos | ||||
País | Estados Unidos | ||||
Fecha de publicación | 1996 | ||||
Premios |
| ||||
Edición traducida al español | |||||
Traducido por | Ana Quijada | ||||
Artista de la cubierta | Lucrecia Demaestri | ||||
Editorial | Minotauro | ||||
País | España | ||||
Fecha de publicación | 2008 | ||||
Páginas | 730 | ||||
Trilogía marciana | |||||
| |||||
Marte azul es la novela que cierra la Trilogía marciana de Kim Stanley Robinson. Fue publicada en 1996 y premiada con el Hugo en 1997.
La novela retoma la acción justo donde la dejó Marte Verde, mostrando las consecuencias de la segunda revolución marciana que tiene lugar al final del libro anterior, siempre desde el punto de vista de los supervivientes de los Primeros Cien, así como de otros personajes como Nirgal. Está separada en catorce partes, pero el volumen de la obra no es superior al de las anteriores entregas.
El libro abarca desde 2127, año de la segunda revolución, hasta el 2212, en que tienen lugar nuevos sucesos de gran importancia. Aquellos de los Primeros Cien que no han perecido ya, han alcanzado edades superiores a los ciento cincuenta años pero siguen manteniéndose en forma gracias a las mejoras en el tratamiento de longevidad. Personajes como Sax Russell, Ann Clayborne, Maya Toitovna tienen gran importancia en esta obra final, así como dos de los ectógenos (niños desarrollados prescindiendo de un útero materno) nacidos en la novela previa Marte Verde, Nirgal y Jackie. La sombra de Hiroko Ai planea sobre los protagonistas, que no saben si creer en los rumores sobre su muerte o confiar en que está viva en alguna parte.
Por otra parte, la terraformación ha alcanzado un estado muy avanzado en el que el océano boreal cada vez abarca más y se derrite con más facilidad el hielo. La atmósfera ya es respirable sin necesidad de máscaras en amplias zonas bajas en torno al mar, y sólo las tierras altas del sur y las calderas de algunos de los volcanes de Tharsis permanecen vírgenes gracias a la perseverancia de los rojos, defensores aún del Marte árido que había antes de la llegada del hombre.