Mary y Eliza Chulkhurst (o Chalkhurst), comúnmente conocidas como las doncellas de Biddenden, fueron unas siamesas inglesas presuntamente nacidas en Biddenden, Kent, en el año 1100. Habrían estado unidas por un hombro y la cadera y habrían vivido 34 años. Se afirma que, tras su muerte, legaron cinco parcelas de tierra al pueblo, conocidas como las «tierras de pan y queso». Las rentas de estas tierras fueron usadas para pagar un subsidio anual de alimentos y bebidas para los pobres en cada Pascua. Por lo menos desde 1775, el subsidio ha incluido los denominados pasteles de Biddenden, galletas duras ilustradas con una imagen de las siamesas.
Aunque se conoce que la distribución anual de comida y bebida tuvo lugar desde por lo menos 1605, no existe registro alguno de la historia de las hermanas antes de 1770. Los documentos contemporáneos muestran que el nombre de las hermanas no era conocido y los primeros dibujos de los pasteles de Biddenden no proporcionan los nombres de las hermanas; no será hasta inicios del siglo XIX cuando los nombres de «Mary y Eliza Chulckhurst» fueron utilizados por primera vez.
El historiador Edward Hasted desestimó la historia de las hermanas Chulkhurst como un mito popular, al sostener que la imagen del pastel representaba originalmente a dos mujeres pobres y que la historia de las siamesas era «una tradición vulgar» inventada para dar cuenta de ella, mientras que el historiador Robert Chambers admite que la leyenda podría ser cierta, pero creía que era poco probable que lo fuera. Durante la mayor parte del siglo XIX, se llevó a cabo poca investigación sobre los orígenes de la leyenda. A pesar de las dudas expresadas por los historiadores, en el siglo XIX la leyenda se hizo cada vez más popular y, cada Pascua, el pueblo de Biddenden se llenaba de ruidosos visitantes. A fines del siglo XIX, algunos historiadores investigaron los orígenes de la leyenda. Entonces, se sugirió que verdaderamente habían existido, pero que habían estado unidas solo por la cadera, en lugar de la cadera y el hombro, pues para caminar se pasarían el brazo por el hombro respectivo, y que habrían vivido en el siglo XIX en vez del siglo XII.
En 1907, las «tierras de pan y queso» se vendieron para viviendas y el ingreso resultante permitió que el subsidio anual se expandiera considerablemente, al proveer queso, pan y té a las viudas y pensionistas de Biddenden cada Pascua, así como pagos en efectivo en Navidad. Los pasteles de Biddenden siguen siendo donados a los pobres de Biddenden cada Pascua y son vendidos como souvenirs a los visitantes.