Las medidas activas (en ruso: активные мероприятия, romanizado: aktivnye meropriyatiya) es un término usado para describir a las acciones llevadas a cabo por los servicios de seguridad de la Unión Soviética que incluye desinformación, propaganda, engaño, sabotaje, desestabilización, espionaje, falsificación de documentos oficiales, asesinatos y represión política, infiltración en iglesias y persecución de disidentes. Las medidas activas van "desde manipulaciones de los medios de comunicación hasta acciones especiales que implican diversos grados de violencia".[1][2] Los programas se basaron en las prioridades de política exterior de la Unión Soviética.
Fue establecida por Iósif Stalin en 1923.[3] Las medidas activas incluyeron el establecimiento de organizaciones internacionales de fachada (como el Consejo Mundial de la Paz), partidos comunistas, socialistas o de oposición extranjeros, guerras de liberación nacional, grupos clandestinos, insurgentes y terroristas.[1]
Las medidas activas han continuado en la era postsoviética en Rusia.[4][5]