El motor impulsado por agua (o también simplemente motor de agua) es un antiguo mecanismo de desplazamiento alternativo, a menudo muy parecido a una máquina de vapor con pistones y válvulas similares, que es accionado por la presión del agua. El suministro de agua puede proceder de una fuente natural entubada, de una red de abastecimiento, o ser un suministro de agua de alta presión especializado, como el que proporcionaba la "Compañía de Energía Hidráulica de Londres". Las tuberías de agua en el siglo XIX a menudo operaban con presiones de 0,20 a 0,27 megapascales, mientras que las compañías de energía hidráulica suministraban agua a una presión más alta, de hasta 5,5 megapascales.
A finales del siglo XIX, el término motor de agua se aplicó también de forma general a pequeñas turbinas de tipo Pelton (como por ejemplo, el Motor de Agua Whitney), que se podían accionar desde un punto de suministro de agua de la red, y se usaban principalmente para mover mecanismos ligeros, como máquinas de coser.
En el siglo XIX, los términos motor hidráulico y motor de agua hacían referencia de forma indistinta a cualquier tipo de motor accionado por la presión de un líquido, incluidos los motores impulsados por agua propiamente dichos y los motores hidráulicos (principalmente turbinas) utilizados en la generación de energía hidráulica. En la actualidad, el término motor de agua, a menos que se especifique lo contrario, hace referencia a un propulsor electroquímico que utiliza como fuente de generación de hidrógeno la electrólisis del agua, mientras que el término motor hidráulico se refiere más específicamente a aquellos mecanismos que funcionan con un fluido en los circuitos hidráulicos cerrados de las máquinas hidráulicas.