Las mujeres en Cuba tienen los mismos derechos constitucionales que los hombres en la economía, la política, la cultura y la sociedad, así como en la familia. Cuba se considera como un líder con respecto a los derechos de las mujeres. Según el Artículo 44 de la Constitución Cubana, "el Estado garantiza a las mujeres las mismas oportunidades y posibilidades que los hombres para lograr la participación completa de las mujeres en el desarrollo del país".[1] A partir de 2015, las mujeres tienen el 48,9% de los escaños parlamentarios en la Asamblea Nacional de Cuba, lo que clasifica al país en la sexta posición de 162 países en cuanto a participación femenina en la vida política.[2]
Muchas mujeres en Cuba proceden de diversos orígenes, como las mujeres afrocubanas. Junto con las mujeres afrocubanas, las mujeres en Cuba, que fueron anteriormente marginadas, pudieron obtener los niveles de educación más altos y avances en sus carreras.[3] El Código de Familia de 1975 se concibió para permitir que las mujeres cubanas compartieran las tareas dómesticas justamente con sus esposos.[4] Las oportunidades de trabajo fueron disponibles en las ciudades y como consecuencia, muchas mujeres cubanas se fueron del campo para trabajar y vivir en las ciudades.[5] Sin embargo, a causa del número aumentado de las mujeres cubanas estudiando y trabajando, la tasa de natalidad nacional ha disminuido.[6] A pesar de que se aplicó la desegregación en Cuba, todavía hay ciertos problemas con respecto a la vivienda justa en Cuba.[7]