En la antigua teoría geocéntrica, el mundo sublunar o esfera sublunar era la región del cosmos que estaba situada por debajo de la Luna. Constituida por los cuatro elementos clásicos: tierra, agua, aire y fuego, la región estaba caracterizada por estar sometida al cambio, a diferencia de la Luna y el resto de esferas superiores donde, por estar constituidas por éter, dominaba la inmutabilidad.[1]