Múridos | ||
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Rango temporal: Mioceno-reciente | ||
Rata parda (Rattus norvegicus) | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Mammalia | |
Orden: | Rodentia | |
Suborden: | Myomorpha | |
Superfamilia: | Muroidea | |
Familia: |
Muridae Illiger, 1811 | |
Subfamilias | ||
Véase el texto
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Los múridos (Muridae) son una familia de roedores perteneciente al suborden Myomorpha. Esta familia es la mayor de los mamíferos, con aproximadamente 650 especies descritas, lo que la convierte en una de las familias más diversas dentro del reino animal. Los múridos se distribuyen originalmente por Eurasia, África y Australia, aunque su presencia ahora es cosmopolita, debido a su introducción por parte de los seres humanos en diversas regiones del mundo.
El grupo incluye algunas de las especies de roedores más conocidas, como ratones, ratas y otras especies afines, que varían en tamaño y comportamiento. Entre los miembros más conocidos de esta familia se encuentran el ratón común (Mus musculus) y la rata negra (Rattus rattus), que han desarrollado estrechas relaciones con los humanos debido a su adaptación a ambientes urbanos.
Los múridos se caracterizan por tener un cuerpo pequeño y una gran capacidad de adaptación a diversos hábitats, lo que les ha permitido prosperar en una variedad de ambientes, desde zonas rurales hasta áreas urbanas densamente pobladas. Son principalmente herbívoros o omnívoros, alimentándose de granos, frutas, semillas e incluso pequeños insectos, dependiendo de la especie.
El nombre Muridae se utiliza a veces como sinónimo de la superfamilia Muroidea, aunque taxonómicamente representa un nivel inferior en la clasificación biológica. La familia Muridae se distingue por su amplia diversidad en cuanto a tamaño, comportamiento y ecología, lo que la convierte en un grupo clave para el estudio de la evolución de los roedores.
Debido a su estrecha relación con los seres humanos, algunas especies de múridos tienen un impacto significativo en la salud pública y la agricultura, ya que pueden actuar como vectores de enfermedades o como plagas. No obstante, también juegan un papel ecológico crucial como presas en diversas cadenas alimenticias.