Los nanoporos son hoyos de tamaño nanométrico (entre 1 y 100 nm) que pueden ser creados de manera sintética por proteínas (proteínas en forma de embudo) o como huecos en materiales sintéticos como los silicatos o el grafeno (nanoporos de estado sólido). Actualmente, la síntesis de nanoporos se está volviendo un método popular de detección de moléculas dado a sus propiedades electroquímicas que permiten el monitoreo de las corriente iónicas que pasan por el nanoporo en cuestión.[1]