Un narcosubmarino en Ecuador en julio de 2010. Esta nave fue un verdadero submarino con capacidad de inmersión de hasta 20 metros. Fue incautado antes de su viaje inaugural.[1][2][3]
Un narcosubmarino,[4] también llamado Big Foot sub por la Armada de los Estados Unidos,[5][6][7] es un vehículo marino autopropulsado personalizado construido por narcotraficantes principalmente mexicanos o colombianos para transportar cocaína ilegalmente de Colombia a los Estados Unidos y a España. Algunos son verdaderos submarinos capaces de viajar bajo la superficie del agua pero otros tienen una estructura que los convierten en incapaces de aguantar la presión de una inmersión total aunque su estética recuerda a la de un submarino convencional, por lo que se trata en realidad de semisumergibles.
Un narcosubmarino capturado por la Armada del Perú en diciembre de 2019[8]
Los narcosubmarinos empezaron a ser usados al final de la década de los 1990. Los narcosubmarinos de más reciente construcción son 'casi completamente' sumergibles con el fin de ser difíciles de detectar visualmente, por radar, sonar o sistemas infrarrojos.[6] Las cargas suelen ser de varias toneladas. En 2015, se incautó en un semisumergible la carga más grande conocida, de unas 7.7 toneladas (17 000 libras).[9] Las capacidades de estas embarcaciones van en aumento (algunas son capaces de cruzar el Océano Atlántico); sus capacidades operativas, autonomía y radio de acción se están ampliando; y su número está creciendo.[10]
El traficante de drogas Laureano Oubiña asegura que hay un cementerio marino de narcosubmarinos cerca de las islas Canarias (España).[11]