Una nave estelar de agujero negro es una idea teórica para permitir el viaje interestelar propulsando una nave estelar usando un agujero negro como fuente de energía. El concepto fue discutido por primera vez en la ciencia ficción, especialmente en el libro Regreso a Titán, de Arthur C. Clarke, y en la obra de Charles Sheffield, en la que la energía extraída de un agujero negro de Kerr-Newman se describe como la potencia de los motores de cohetes en la historia «Killing Vector» (1978).[1]
En un análisis más detallado, una propuesta para crear un agujero negro artificial y usar un reflector parabólico para reflejar su radiación Hawking ha sido discutida en 2009 por Louis Crane y Shawn Westmoreland.[2] Su conclusión era que estaba al borde de la posibilidad, pero que los efectos de la gravedad cuántica que actualmente se desconocen harán que sea más fácil o que sea imposible.[3] Conceptos similares también fueron esbozados por Bolonkin.[4]